Como pasar de pienso a Dieta Barf
Existen dos variantes para la transición a la dieta Barf: de manera gradual o directa.
Cabe mencionar que el cambio a una nueva dieta puede tener efectos en los animales como heces más blandas o con mucosidad, cambio de olor corporal o cambio en el aliento y pelaje: todo esto a causa de la desintoxicación. Los síntomas deberían ser temporales, y si persisten en el tiempo (más de 3-5 días), debería consultarse a un veterinario, pues pueden existir problemas digestivos no derivados de la dieta, pero en los cuales el cambio de alimentación pueda haber afectado.
TRANSICIÓN AL BARF DE MANERA GRADUAL
Si tienes miedo a que tu mascota no acepte su nueva dieta, puedes hacer la transición de manera gradual. Para ello, intercala la dieta con alimentos crudos y su pienso tradicional. Puedes darle pienso por la noche y Barf por las mañanas, siempre dejando pasar entre 8 y 10 horas entre toma y toma. Hay que tener una cosa muy clara: ¡no mezclar las dos dietas! Esto es muy importante para que el proceso digestivo del animal no sea pesado y no provocarle alteraciones gastrointestinales.
TRANSICIÓN DE MANERA DIRECTA
Esta es la opción más recomendable. Deja a tu mascota en ayunas durante un día, con acceso ilimitado a agua pero nada de alimento sólido. Así evitas problemas digestivos y comienzas una desintoxicación de su organismo.
Tras ello, empieza dándole un sólo tipo de carne, como por ejemplo pollo o pavo. También puedes darles algo de salmón. Estos alimentos tienen proteínas fáciles de digerir y son las más recomendables para la primera semana. Añade a la mezcla un huevo con cáscara, un 10% de verduras y enriquécelo con un yogur natural, sin edulcorantes. El yogur les ayudará a reestablecer la flora intestinal y a eliminar las toxínas innecesarias de su organismo.
Tras la primera semana de dieta Barf, introduce algo de hueso blando como cuello de pavo o carcasa de pollo. Cada animal es diferente y único, por lo que es posible que al principio haya que enseñarles a comer el hueso para que no lo engullan o se atraganten. Dáselo con la mano para controlar a tu mascota y que aprenda a comer con calma. Aunque ya sepa roer y tragar bien el hueso, no conviene perder a tu mascota de vista nunca. Un truco es darles el hueso congelado: les será más fácil masticarlo y romperlo. También puedes pedir en la carnicería que te lo trituren.
Hay quienes recomiendan darles la comida congelada, la masticarán y esto les ayudará, entre otras cosas, a mantener los dientes blancos y limpios.
RESISTENCIA AL CAMBIO DE DIETA
En caso de que tu compañero no quiera comer su nueva dieta (raro, pero posible puesto que los piensos están compuestos por muchos aromas añadidos y componentes que hacen el producto adictivo) tenemos un par de recomendaciones para tí:
- Puedes mezclar la comida con algo de caldo, para darle más sabor
- Pasar la comida por la plancha, o darle un golpe de calor en el horno
- Ponerle la comida 15 minutos y si no se la come retirarsela, guardarla en el frigorífico e intentarlo de nuevo más tarde
- Mézclasela con paté
Es muy importante que siempre tengas optimismo y mucha paciencia. Nuestras mascotas empatizan con nuestro estado de ánimo y si nos ven desesperados estarán más reticentes al cambio de dieta.